domingo, enero 31

Capitulo 1.- El cambio

Era domongo por la mañana...

Suspire profundamente.

Hoy me iria de esta hermosa ciudad. Mi ciudad natal. Mi ciudad amada.

Odiaba la idea de irme de todos mis recuerdos, todos mis amigos, todos mis sueños e ilusones, donde he pasado mi vida entera... pero era necesario.

De hecho, fui yo la que le suplique a mi padre que nos mudaramos, por que no podria soportar vivir en el lugar donde me sucedio... eso.

Eso que cambio mi vida.

Eso por lo cual me mudaba.

Eso, eso...

Se me escapo una lagrima. No, no podia pensar en eso ni vivir con eso, si lo hacia, me derrumbaria para siempre.

Tendria que empezar desde cero, ser alguien nuevo...

Solo lo superaria de ese modo.

Recorri con la mirada mi habitacion y volvi a suspirar. Extrañaria muy profundamente mi casa blanca y caliente, mi cuarto pequeño y simpatico, la sala acojedora y grande....

Pero, ¿Que importaba ahora? Solo era una casa, un objeto, algo material.

Nada comparado con la tristesa comparada de perder a mi mejor amiga, mis demas amigas, mis amigos... no, no se comparaba.

Decidi que tenia que ser potimista, ponerme triste no ayudaria en nada. Me puse a pensar en que tal vez la nueva casa seria mejor, tal vez encuentre mejores amigas, tal vez hasta encuentre novio...

Un golpe en la puerta corto el hilo de mis pensamientos. Luego escuche la voz de mi papá.

-Lida, estas despierta? Puedo pasar?

-Claro papá.

- Hola corazon, Como dormiste?

-Bien- le menti. La verdad tenia la sensacion de que estube llorando toda la noche.

-Esta bien, ya vistete, ya casi nos vamos.

Ugh! Esas palabras nunca me han gustado, y ahora, sonaban como sentencia para mi.

-Ok- dije lo mas convinsente posible.

El sali para que me pudiera vestir y una sensasion de arrepentimiento me lleno por competo. Casi sali corriendo detras de el para decirle que ya no queria irme... pero solo casi. Ya que despues me acorde de eso, y me arrepenti.

Ademas, no podia hacer que mi papá encontrara un buen trabajo y una linda casa- que yo no conocia- en solo una semana para despues decirle que siempre no.

Suspire de nuevo.

Me levante de la cama y me vesti lentamente con la ropa que habia asignado para hoy la noche anterior-ya que la demas estaba en maletas- y guarde mi pijama en un bolso junto con todos mis zapatos.

Escuche el timbre de la casa. Debe ser el camion de mudanzas. Volvi a supirar.

Vaje la bolsa y la meti en la cajuela de el carro. Tambien ayude a guardar objetos de poco peso y algunos mas pesados.

Cuando terminamos, me costo un inmenso trabajo subirme al coche. Mi papá se subio y se me quedo mirando.

-Vamos Valeria, O que esperas a alguien?

-No, ya voy- Ya me habia despedido de todos ayer. Me hicieron una fierta de despedida y me dieron regalos, que hiban ya en la cajuela del carro.

Me subi en la parte de atras -para que mi papá no me viera llorar- y cada paso que daba lo sentia como si tubiera cadenas en las piernas.

Mi papá encendio el carro y empezo a alejarse lentamente de la casa. Me sorprendi llorando antes de lo que esperaba. Por suerte, desde que era una bebe, eh llorado en silencio; no importa la cantidad de lagrimas que salgan por mis ojos, nadie se da cuenta de que estoy llorando hasta que ve mi rostro. Y hoy no fue la exepcion.

Mental y lentamente le fui diciendo adios a cada calle y casa por la que pasabamos. hasta que salimos de la ciudad para ademtrarnos a la carretera...


El viaje se me hizo realmente largo de siglos en vez de horas, y no pare de llorar en todo el camino.

De pronto vi un letrero grande y verde que decia:



BIENVENIDOS A GUANAJUATO



Senti un peso en el estomago.

Estabamos ya en guanajuato, mi nuevo hogar.

Decidi que era hora de dejar de llorar, para que al llegar a la neva casa no exista rastro de llanto.

-Hey Val! Ya llegamos!!

- Si papá. Que bueno- El se escuchaba muy feliz, bien por el. Al menos solo soy yo la que esta triste.

Fuimos recorriendo las calles lentamente y mi papá me enseñaba sus nombres- Al menos los que se sabia, que eran pocos-, Hasta que llegamos a la nueva colonia. La sensacion de peso en el estomago cada vez se intensificaba mas.

Mi papá se detubo enfrente de una casa. Era blanca. De un pizo y sin jardin. Era completamente horrible.

-Hey Val. Esa es nuestra casa- Para mi sorpresa , señalo la casa que estaba al otro lado de la calle, y en vedad me sorprndi.

Era de 2 pisos y tenia una reja con detalles de hojas color blanca delante de un enorme jardin verde y con un arbol del que se colgaba un columpio de madera.

La fachada era color cafe con una puerta blanca undida y con los mismos adornos que los de la reja. Tenia un techo de madera en el que su extremo pegado a la pared estaba mas arriba que el otro.

Habia 4 ventanas por las que se veia que la pared era color blanco.

- Wow!!- Grite de emocion. y luego me rei por pensar que nuestra casa era la de al lado.

- Te gusta?

- Wow papá, me encanta. En verdad te luciste.

- Gracias. Buscaba una mas pequeña, pero vi esta y pense que te gustaria, y la verdad me la dieron mas varata de lo que pense. Me sobraron $100,000.00 de los que tenia planeado gastar.

-Cuanto costo?

-$500,000.00

- Pues esta muy bien.

- Me alegro de que te guste.

-Puedo ir a verla por dentro?

-Claro.

Efectibamente, la casa era blanca y se veia que tenia muy poco deshabitada. Revise cada puerta que me encontraba en el camino, y con cada una me desepsionaba un poco.

Baño.

Cocina.

Otro baño.

Un cuarto muy pequeño para que alguien durmiera ahi.

Comedor.

¿Donde estaba mi cuarto?

Decidi terminar con el chequeo y fui a ver a mi papá, que estaba hablando con los hombres de la mudanza.

-Papá! Donde esta mi cuarto?

-Jeje, sabia que dirias eso, ven.

Me tomo de la mano y me guio dentro de la casa hibamos a subir las escaleras cuando me dijo:

- Subiste?

- Si, pero solo hay un baño y un cuarto muy pequeño.

- Pues perdiste el tiempo.

Subimos dos escalones y se detubo. Me señalo con la mano un pasillo escondido. Genial. Con la prisa no vi el pasillo que habria notado si hubiera ido lentamente.

En el pasillo habia 2 puertas. Una en cada extremo, de seguro eran mi cuarto y el de mi papá.

- Habre el de la derecha- Me dijo.

Obedientemente camine unos cuantos pasos y abri la puerta.

Era precioso y enorme.

Las paredes eran moradas, mi color favorito. En la pared derecha habia una gran ventana con una cortina blanca y delgada. En la pared que estaba de frente a la puerta, habia unas enormes puertas de madera. La verdad no habia pared, porque las puertas ocupaban todo el espacio. El piso simulaba madera blanca y de el techo colgaba un candelabro blanco enorme y bonito. Era simplemente perfecto.

Despues de contemplar mi nueva habitacion por unos momentos, baje a ayudar a mi papá a descargar cosas.

Al terminar, sali al jardin y el cielo se veia obscuro ya. Me fije en mi reloj y eran las 8:00 pm. Estaba exausta, habia sido un dia muy largo.

- hey Val!- me dijo mi papa- voy a encarger una pizza, de que quieres tu mitad?

-Mmm... no se, de lo que sea. Oye pideme un refresco porfa.

- De acuerdo.

Me dijo mientras se metia a la casa y sacaba su celular.

Me sente en el columpio a esperar la pizza y a descansar un rato. Este fue el dia yo creeo mas importante de mi vida. Estube reflexionando eso en lo que llegaba la comida y luego cene en silencio con mi papá.

El solo me dijo que mañana hibamos a buscar una escuela.

Me fui a mi nuevo cuarto, me puse la pijama y me dormi pensando en eso.