miércoles, julio 14

Capitulo 25.- Alex

Segui pensando en el tema de Blancanieves mientras ella entraba. ¿Qué pasaria conmigo si la escogia como ejemplo a seguir?
Sentia, como con cualquier intento de salir adelante, que era una perdida de tiempo. Pero de verdad deseaba cambiar.
¡Que debate! Era un circulo vicioso. Un maldito ciclo sin fin.
Trate de pensar en otra cosa antes de comenzar a llorar. Imagine como serian los momentos siguientes de esta tarde.
La mayoria del tiempo Aura era la que hablaba. Y la verdad yo me mostraba de acuerdo.
Ella me contaba siempre hacerca de un chico que conocio hace poco. Me platicaba que ya habian avanzado lo suficiente como para llamarse pareja formalmente.
Ella me aseguraba que lo amaba. Y que no dudaba mucho en que el tambien sintiera lo mismo.
Amor.
Para algunos, lo más maravilloso que existe. Pero para mi, uno de los peores sentimientos.
Ultimamente, he estado pensando en el amor. Pensaba en que si aun habia amor dentro mio.
Sabia que lo sentia, pero me nagaba rotundamente a aceptarlo. Y mucho menos a mostrarlo. No podia.
Ya no estaba segura de saber si en verdad amaba a Alex. Hace mucho que habia dejado de confiar incluso de mis propios sentimientos. Y cada vez lograba identificarlos menos. Me he estado forzando tanto a mi misma a no querer, que de verdad comenzaba a sentirme fria.
Pero no estaba segura. El amor es un sentimiento muy fuerte.

-¿Val? -Dijo papá mientras habria la puerta y asomaba la cabeza- Alex vino a verte.
Eso me sorprendio. No lo esperaba a el.

- De acuerdo.
Dije. Mi papá habrio la puerta y dejo entrar a Alex. Recorde que los primeros 2 días, despues de aquel del que nadie hablaba, el venia junto con Aura. Y claro que mi papá se mostraba de acuerdo.

- Hola, Val.
Dijo mientras se sentaba junto a mi cama.

- Hola.
Le conteste indiferente. El no se mostro ofendido con eso, estaba acostumbrado. Era mi unico tono de voz.

-¿Cómo estas?
Me pregunto.

- Aburrida.

- Si, yo tambien.

-¿Por qué viniste?
Le pregunte.

- Queria verte.

-Ok.
Duramos en silencio un momento. Yo no me moleste en hacerle conversación.

- ¿Felicidad?
Me pregunto de pronto.

-¿Qué?

- El libro -me dijo mientras lo tomaba de la cama-. Es sobre la felicidad, ¿no?

- Si.
Observe como veia mi libro con interes. Pero tenia las cejas fruncidas.

-¿Eres feliz?
Me pregunto.
Me quede en silencio. Obviamente no.

- No.
Le respondi honestamente.

-¿Por qué?

- Tu sabes bien porque.

- Si, lose. Pero tu eres la que se permite ser infeliz.

- ¿Tu como lo sabes?

- Por qué te conosco. Si tu quieres algo, intentas conseguirlo.

- ¿¡Ytu crees qué no lo intento!? -grite- ¿Crees qué a mi me gusta estar asi? ¿Crees qué me gusta tener miedo siempre?
Al final de la frase ya estaba llorando.

-¡Si te no te gustara intentarias cambiar!

- Tu no sabes nada sobre mi. ¡Nada! Esto no es cuestion de si me guste o no. Simplemente lo concidero una batalla perdida. Nunca me podre recuperar. Y fui una tonta al pensar que podia seguir viviendo normalmente despues de lo que me hicieron. Mi vida nunca volvera a ser normal. Y debo aceptarlo y vivir asi, me guste o no.
Le dije entre lágrimas. El ya no me dijo nada. Simplemente me miraba con su familiar cara de dolor y culpa.

- Lo siento. No sabia que te sentias asi.
Me dijo con la mirada hacia mi cama.

- No. Perdoname a mi. No debi gritarte. Pero ultimamente pierdo el control muy facilmente.
Le dije ya más calmada.

- ¿Puedo preguntarte algo?

- Depende.

-¿Por qué estas asi de enojada con la vida?

- Tu ya lo sabes. Siempre me atormenta la idea de pensar cuanto ha cambiado mi vida por culpa de una sola persona, y a el nisiquiera le importo yo.

- Lo siento.

- Esta bien. Aprendi la lección.

- No. No esta bien. No debes dejar que te afecte asi.

- ¿Ya vamos a empezar?
Le pregunte.

- De acuerdo.
Dijo. Estubimos en silencio por un momento.

- ¿Confias en mi?
Me pregunto. No me gustaba hablar de eso. Asi que solo suspire.

- Lo siento, pero no.
Me sorprendio lo directa que me habia vuelto.

- Yo no voy a hacerte daño.

- Alex, no sigas. No me gusta hablar de eso.

- Vamos,¿Qué tan malo podria ser?
Me dijo. Volvi a suspirar.

- Me gustaria creerte y poder confiar en ti, Alex. De verdad quisiera poder hacerlo.

- ¿Y qué te lo impide?

- Soy una chica traumada, Alex.

- No digas eso.

- Pero es la verdad. No confio en nadie. No me gusta convivir, no me gusta hablar de mis sentimientos o de mi vida con nadie.

- ¿Y por qué lo haces conmigo?

- Yo me pregunto lo mismo.
Le respondi triste.

- ¿Crees qué algun día puedas ser lo suficientemente fuerte como para volver a confiar?

- Odio decirlo, pero no.

- ¿Por qué?


- ¡Ya basta, Alex!
No me gustaba responder tantas preguntas. Y parecia que el nunca se iva a detener.

- Lo siento. Pero estoy tratando de comprenderte mejor.

- Pues no lo hagas.

- Escucha, Val -me dijo mientras ponio un dedo bajo mi barbilla y levantaba mi rostro- Te prometo, te lo juro con mi vida si eso quieres; que yo nunca te voy a lastimar, y mucho menos permitir que alguien lo haga. Prefiero morir antes de verte sufrir. Por favor. Solo dejame demostrartelo.
Lograba ver muchos sentimientos en sus ojos. Veia desesperacion, deseo, dolór, y mucho amor. Pero sobre todo, veia sinsceridad.

- Yo... -Puso un dedo de su mano libre sobre mis labios, callandome, pero lo quite con mi mano- Alex, no puedo.
Le dije sollosando. El tomo mi rostro desesperadamente con ambas manos, quedando a una peligrosa aproximidad. Podia sentir su aliento entrar en mi boca.

- Eres muy necia. Por favor. Date una oportunidad. Te prometo que no te voy a herir. Se por lo que haz pasado, y no me gustaria causarte más sufrimiento del que ya tienes sobre los hombros. Es mucho peso. ¿No crees?
Debia decirle que me soltara, esto no era bueno para nada. Pero me di cuenta de que el tenia razón. Queria estar con el. Y lo que estaba pasando en estos momentos me gustaba. Por eso no decia nada aun. Aunque sabia que era incorrecto por cualquier lado que lo veia.

- No te vallas a desmayar, pero... te amo.
Sentia como las lágrimas caian sobre mi rostro por la culpa de lo que iva a hacer a continuación.

- Yo tambien.
Le dije, y despues me impulse un poco, para que nuestros labios se juntaran. Senti algo parecido a una descarga electrica cuando nos juntamos. Lo desaba. Lo queria conmigo, que me tomara entre sus brazos, que me defendiera, que me quisiera, que me besara.
Me pegue más a su cuerpo, aun llorando. tome su cabello entre mis dedos, mientras el beso se iva intensificando. Sus labios se movian freneticamente al compas de los mios.
El se separo de mi. Nos miramos a los ojos por un momento, mientras solo se escuchaba nuestras respiraciones agitadas.

- No llores.
Me dijo mientras limpiaba una de mis mejillas con su pulgar.

- Te dare el privilegio de una oportunidad, pero debes esforzarte mucho para ganar toda mi confianza.

- Te demostrare mi amor de cualquier porma que pueda.

- Eres muy cursi. ¿Sabias?

- Ya me lo habian dicho.
Me dijo con una sonrisa que me derritio, y despues volvio a posar corta y dulcemente sus labios
sobre los mios.

- Hay alguien entre nosotros.
Dijo mientras miraba hacia abajo y ponia su mano sobre mi cada vez más hinchado estomago.

- ¿Lo quieres?
Le pregunte.

- ¿Al bebé? ¡Claro que si! Es como mi hijo.
Despues de decir eso, levanto mi blusa y le dio un beso a mi vientre. Despues me dio un corto beso en la frente.

- Mi hijo no podria tener un mejor papá.
Una pequeña sonrisa crecio en mi rostro. Me puse tensa.

- ¿Qué pasa?
Me le quede viendo asombrada.

- ¿Cuándo fue la ultima vez que me viste sonreir?

- Me alegro que la Valeria que conoci vuelva a florecer.

- No pongas tantas esperanzas en eso. Va a ser muy dificil para mi. Y te advierto que podria decaer en cualquier momento.

- Yo te ayudare a que salgas adelante. No te preocupes.

- Eso sera interesante. Quiero verte tratar.

- Ya comenze.
Me dijo con una cara pícara. Despues volvio a bajar la mirada para ver al bebé; yo lo imite. Estubimos asi aproximadamente cinco minutos, atonitos. Pero yo lo veia a el. Preguntandome si de verdad estaba bien lo que estaba haciendo. De pronto, se me ocurrio una idea.

- Oye.

- ¿Qué pasa?
Me dijo volteandome

- Pasado mañana voy a ir con la ginecologa. Y me gustaria que me acompañaras.
Se quedo callado un momento.

- Eso seria estupendo.
Me dijo con una sonrisa con la que se veia el chico más espectacular del planeta. No pude resistir la tentaion, y le di otro pequeño beso en los labios.
Estubimos hablando sobre varias cosas sin importancia aproximadamente una hora. Despues tubo que irse, pues mi hermana habia llegado de su cita con el psicologo.
Me dormi deseando que lo que acababa de pasar esta tarde no se volviera un error fatal...

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ola chicas!!!!!!!!!!
Bueno, ojala y les halla gustado el capitulo.
comenten!