viernes, febrero 12

Capitulo 3.- La escuela

- Calma, Valeria. ya voy. No es gran cosa.

- Es que ya quiero saber.

Me encantaban las sorpresas, ese era mi punto debil, pero no me gustaba que tardaran en decirme lo que era.

- Ya dime. Porfa.

- De acuerdo. Lo que pasa es que se me ocurrio ir a ver las escuelas.

- Y?

- Y que te traigo folletos para que elijas cual.

- Solo eso?

Pregunte. Esa era la gran sorpresa?

- Te dije que no era gran cosa. Habia olvidado como te pones cuando alguien menciona la palabra sorpresa.

- Ash. Ok, quiero ver los folletos.

Me habia molestado un poco, pero luego recorde que le debia muchas cosas a mi papá, asi que decidi cambiar de animo.

- Ok. La verdad solo traje 2.

- No importa, por lo menos te esforzaste.

- La verdad nos toco sueteal encontrar escuelas que todavia admiten alumnos.

- Tal ves es por que no lleva mucho este ciclo.

- Tal ves.

Me enseño 2 folletos con informacion y fotos de las escuelas.
La primera era muy grande y con muchos alumnos. No me gusto. La verdad buscaba algo menos escandaloso mas pequeño.
Revise el segundo folleto y esa escuela me agrado mas.
Era pequeña y simple, pocos salones y muchas jardineras. Se veia mejor.

Cuando estabamos comiendo mi papa me pregunto:

- Y?

-Que?

-Que escuela te gusto mas?

- Aah. Esta. Esta mejor.

Le dije mientras le daba el folleto.

- Segura? Pense que te gustaria más la otra.

- Pues cuando éntre a la prepa me podria ir a una más grande. Solo me falta un año.

Lo meditó por un momento y despues volteo a verme.

- De acuerdo. Lo que tu quieras.

Y esboso una pequeña sonrisa.

- Gracias.

Comimos en silencio y cundo terminamos el me pregunto:

- Quieres ir ahora? Sigue abierta.

La pregunta me tomo desprevenida. Pero aun asi le conteste con confianza.

- Claro. Seria genial.



Cuando entramos se vio aun mejor. Era pequeña y verde. Qué el destino queria que estuviera en constante contacto con la naturaleza? Pues me gustaba.
Agradeci que los alumnos habian salido hace 10 minutos; asi evitaria la tediosa parte de ser el bicho raro al que todos miran. Solo se veian unos pocos que apenas salian de un salon. Parecia que se quedaron a limpiarlo, porque llevavan utencilios que se usan en la limpieza de los salones.
La directora salio de la direccion y llego al pasillo donde nos encontrabamos.

- Buenas tardes.

Dijo amablemente la señora.

- Buenas tardes. Dijimos mi papa y yo al mismo tiempo.

En ese momento llego el grupo de muchachos riendo y jugando.

- Muy bien, parece que han terminado con sus labores jovenes.

Dijo la directora. Los muchachos jugeteaban entre ellos, pero a mi me llamo la atencion uno de ellos.
Era alto y tenia el cabello castaño y chino. Sus ojos eran negros y tenia una cicatris al rededor de su muñeca. A simple vista pareceria una pulsera.
El no jugaba tanto como los otros, y por un momento nuestras miradas se encontraron y algo se encendio en mi. Senti algo muy extraño, como si alguien hubiera dejado que 2 cables se encendieran e hicieran chispas dentro de mi.

En ese momento la directora los interrumpio y nuestras miradas se separaron. yo mire al piso y me sonroje un poco. ya no levante la mirada; solo escuche.

- Muy bien jovenes. Ya pueden retirarse.

- Gracias, Directora.

Dijeron todos disparejos, y seti como caminaban hacia la puerta.

- Entonces, quieren pasar?

- Si, gracias.

Dijo mi papá.
Entramos y me sente junto a el. La directora se sento en frente.

- De acuerdo, Que se les ofrese?

- Vengo a ver si todavia hay lugar para incribirse.

Pregunto mi papá.

-Oh, claro; usted vino en la mañana por un folleto. No?

- Asi es.

Mi papá y la directora llenaron papeles y yo me quede callada observando.
Fuimos a ver los uniformes- ya que esa escuela era con uniforme- y respondi unas cuantas preguntas.
Pero solo mi cuerpo estaba presente. Yo no podia sacar de mi cabesa la penetrante y confusa mirada de aquel chico misterioso.

Tenia tantas preguntas. Quien era? Por que sentia esto? Por que no podia sacarlo de mi cabeza?

Terminamos con el papeleo yl e di las gracias a la directora. Cundo ivamos en el auto mi papa me pregunto:

- Que tal la escuela? Te gusto?

- Si, esta genial. Gracias.

Pero no era principalmente la escuela lo que me gustaba. Era el alumno que estudiaba ahi. Aquel hermoso chico misterioso.

Mi papa no pregunto nada mas y yo seguia en mi mundo de fantasia.

No pude sacarlo de mi cabeza ni cuando me fui a dormir...